2 de noviembre de 2011

02 de Noviembre de 2011

Hoy que es día de muertos, quiero rendir mi respeto y mi cariño a todos aquellos que se me han adelantado en el camino. Quiero que sepan que su influencia, innegablemente quedó impregnada en mi y que sin ella, yo no sería la misma persona que ahora soy.

Tengo gente cercana allá arriba, cuyo andar por la vida pudo haber sido largo, medio, corto o cortísimo...No obstante lo anterior, han marcado mi alma de forma indeleble, permitiéndome en cada evento reflexionar acerca de lo efímera que es la vida y lo valiosos que son los segundos que pisamos este mundo y todas las cosas que hacemos o dejamos de hacer en el.

De todos ellos, conservo un banco mental vasto, sus rostros, sus palabras, su afecto y una inexplicable parte de su esencia que no se puede traducir en palabras; Los mas vivos recuerdos de ellos están alojados en mi memoria y siempre estarán ahí recordándoles de la manera en la que estoy seguro que a ellos les hubiera gustado. Su legado espiritual es uno mismo, honrándoles y "viviendoles" a través de su muerte hasta que podamos encontrarnos nuevamente...

Ese día (en el que nadie quiere pensar) cuando la "dulce" muerte nos recoja de este mundo...con cita o sin cita, con su factor sorpresa, con su conocida arbitrariedad, con sus azarosos e inexplicables juegos, con su implacable hoz, pero siempre con la ufana certidumbre de que tarde o temprano nos encontrará a todos y cada uno de nosotros... Ahí entonces, los vivos no dejemos de celebrar a nuestros muertos, de vivirlos, de jactarnos de la muerte a través de estos recuerdos, haciendo que la misma "sienta" (por lo menos una vez al año), que no estamos aterrados ante su presencia, haciéndole pasar un día terrible.

A todos "mis muertitos", hoy en este día especialmente marcado en el calendario para recordarlos...¡¡Toda mi vida!!

Como siempre y como ustedes saben, yo solo escribo esto...Por pura Nece(si)dad.