El Statu Quo, es el estado en el que se encuentra un
conjunto de cosas en determinado momento. Dicho de otro modo es esa “configuración”
que tenemos los seres humanos, que tratamos de construir, de balancear y de no
modificar de forma abrupta para tener relativa tranquilidad en nuestra vida.
Pocas cosas dan tanto miedo que un cambio importante en el Statu Quo.
No importa en qué momento de la vida estés leyendo esto,
tienes un statu quo que está más o menos equilibrado por tus acciones, por tus
pensamientos, por tus elecciones de todos los días y por esas mismas fuerzas
actuando en “contra tuya”… Las acciones, los pensamientos y las elecciones de
los demás.
Todos somos el centro de nuestro propio universo y actuamos
en función de lo que creemos que es mejor para nosotros y para los “planetas”
más importantes de nuestro sistema, dejando a otros “cuerpos celestes” fuera,
lejos, oscuros y sin atención, sin que eso signifique que ellos sean menos
importantes, o que no sean el mismo centro de su propio universo; incluso es
probable que en algún momento, por alguna razón en particular, regresemos a
estos a la luz de manera momentánea para después volverlos a llevar a ese
rincón oscuro del que no volverán a salir jamás.
Para hacer esto aún más complicado de comprender, resulta
que algunos de estos hechos que acontecen en nuestra existencia, sin importar
que tan cerca o lejos estén de nuestro propio centro, son fortuitos y poco o
nada podemos hacer para evitarlos, ya que nos afectan a todos por igual, pudiendo
llegar a modificar el Statu Quo de cientos, miles o millones de otros “cuerpos
celestes” que tienen que adaptarse al “cambio de configuración” sin más
remedio.
En lo más corto, en nuestra “galaxia ampliada” nada es
personal. Todos somos solo “planetas” que van girando, que van orbitando y que
van encontrando el sentido de hacerlo, permitiéndose hacer ajustes de velocidad
y de dirección cada determinado tiempo, simplemente por seguir afinando ese
Statu Quo que más le conviene a cada uno de ellos.
En nuestro “universo personal”, existen unos 100,000 planetas,
cometas y/o estrellas, que son las cosas que nos importan dentro de la “configuración”
en la que nos encontramos en este momento, es decir, que comprenden nuestro
Statu Quo…Cada una de ellas representa a una persona, a un nombre, a un gozo, a
un recuerdo a un sentimiento, a un secreto, a un error, a un terror, a algo que
no queremos afrontar, a algo que nos llena de miedo, a cosas de orgullo,
talentos, emociones; En ese universo
están tus sueños, tus anhelos, tus más grandes tristezas, enfermedades,
derrotas y miles de cosas que no tienen que tener un orden para poder coexistir
y cohabitar dentro de ese universo…
Jerarquizar a todos esos planetas, cometas y/o estrellas es
relativamente sencillo, siempre y cuando no te pidan ordenarlos o enumerarlos como
si se tratara de una lista en la que probablemente no podrías enlazar a más de
10, sin embargo siempre es posible tener un resultado sencillo ante una
pregunta específica, al pasarla por el rasero del statu quo, al alinearla con
lo que crees que es mejor para ti y lo que te está pasando en este momento.
¿Qué es más importante para ti? ¿Tu familia o tu empleo? ¿Qué preferirías
perder? ¿A un miembro de tu familia o tu empleo? ¿Qué de esto modificaría de
manera irremediable tu Statu Quo? ¿A dónde te llevaría la falta de uno y la
falta de otro? ¿Qué prefieres?
Jamás permitas que los “cuerpos celestes” más superfluos
afecten tu Statu Quo…
La estrella “Del YO” en la que entran las cosas
superficiales que otros “planetas” creen saber de ti, debe ser tan pequeña, tan
lejana y tan distante como para no afectar en lo más mínimo tu configuración
actual, incluso podrían enviarte algunos “asteroides” que debes evitar a como
dé lugar.
El “meteoro laboral” debe de ser todo un viaje, un espectáculo,
un medio para poder hacerte de estrellas más grandes y más brillantes, pero no
debes ser un esclavo del mismo y debes estar seguro que en algún momento
faltará.
El “cometa que se ve cada 10 años” debería ser tan
importante como para admirarlo cuando se dé la ocasión, celebrarlo, ponernos
contentos y dejarlo ir de nuevo.
La serie de “planetoides del pasado”, en el que habita la
gente “cercana” que ya no ves y que se ha convertido en una “civilización
desconocida” para ti, alguna vez fue parte de tus cimientos, así que no importa
que tan rara se vea, lleva tu sangre, lleva tus tradiciones, tu linaje y forma
parte importante de tu universo propio.
La “estrella del arrepentimiento” en la que guardas las
cosas que no hiciste, que no quisiste hacer, que no pudiste hacer y que siempre
van a estar ahí, hay que empujarla a las zonas más lejanas de nuestro universo,
hay que rodearlas de mucha luz para que se vuelvan invisibles.
El “asteroide de la envidia” que lanzas y que tiene el único
propósito de alterar los universos de los demás aunque no te lo parezca y
aunque no lo quieras.
“La luna” tu más grande influencia personal, a la que le
cantas, a la que le lloras, por la que suspiras y por la que sueñas y que al
mismo tiempo puede volverte loco, puede inundar tus mares, puede desatar
fuertes mareas.
El universo está lleno de cuerpos celestes y todos están ahí
brillando con poca o con mucha luz para ti, para ayudarte, para hundirte, para
admirarlas, para interactuar con ellas, para formar tu Status Quo del que sólo
sabes una cosa…Tarde o temprano cambiará.
Entender esta dinámica será muy importante para los
individuos, porque sólo así se entenderá que nadie está aquí para desequilibrar
tu universo…Sólo entendiendo este actuar de cada una de las estrellas desde la
perspectiva de su egocentrismo, es que podremos tener un equilibrio con el
universo y podremos vibrar en sintonía con los demás sin que esto signifique
una “lluvia de meteoritos” que trate de desestabilizarnos desde el centro. El
viaje es uno y no tiene retorno, por lo que es muy importante saber qué es lo
que se quiere…O más o menos tener un camino trazado, para no estar girando sin sentido sobre otros “cuerpos celestes” que no nos van a llevar a ningún
lado y para no perder nuestra órbita.
En fin, esto es lo que viene a mi cabeza el día de hoy y que
expreso en este espacio, por pura nece(si)dad…