29 de noviembre de 2015

Status Quo

El Statu Quo, es el estado en el que se encuentra un conjunto de cosas en determinado momento. Dicho de otro modo es esa “configuración” que tenemos los seres humanos, que tratamos de construir, de balancear y de no modificar de forma abrupta para tener relativa tranquilidad en nuestra vida. Pocas cosas dan tanto miedo que un cambio importante en el Statu Quo.
No importa en qué momento de la vida estés leyendo esto, tienes un statu quo que está más o menos equilibrado por tus acciones, por tus pensamientos, por tus elecciones de todos los días y por esas mismas fuerzas actuando en “contra tuya”… Las acciones, los pensamientos y las elecciones de los demás.

Todos somos el centro de nuestro propio universo y actuamos en función de lo que creemos que es mejor para nosotros y para los “planetas” más importantes de nuestro sistema, dejando a otros “cuerpos celestes” fuera, lejos, oscuros y sin atención, sin que eso signifique que ellos sean menos importantes, o que no sean el mismo centro de su propio universo; incluso es probable que en algún momento, por alguna razón en particular, regresemos a estos a la luz de manera momentánea para después volverlos a llevar a ese rincón oscuro del que no volverán a salir jamás.

Para hacer esto aún más complicado de comprender, resulta que algunos de estos hechos que acontecen en nuestra existencia, sin importar que tan cerca o lejos estén de nuestro propio centro, son fortuitos y poco o nada podemos hacer para evitarlos, ya que nos afectan a todos por igual, pudiendo llegar a modificar el Statu Quo de cientos, miles o millones de otros “cuerpos celestes” que tienen que adaptarse al “cambio de configuración” sin más remedio.

En lo más corto, en nuestra “galaxia ampliada” nada es personal. Todos somos solo “planetas” que van girando, que van orbitando y que van encontrando el sentido de hacerlo, permitiéndose hacer ajustes de velocidad y de dirección cada determinado tiempo, simplemente por seguir afinando ese Statu Quo que más le conviene a cada uno de ellos.

En nuestro “universo personal”, existen unos 100,000 planetas, cometas y/o estrellas, que son las cosas que nos importan dentro de la “configuración” en la que nos encontramos en este momento, es decir, que comprenden nuestro Statu Quo…Cada una de ellas representa a una persona, a un nombre, a un gozo, a un recuerdo a un sentimiento, a un secreto, a un error, a un terror, a algo que no queremos afrontar, a algo que nos llena de miedo, a cosas de orgullo, talentos, emociones;  En ese universo están tus sueños, tus anhelos, tus más grandes tristezas, enfermedades, derrotas y miles de cosas que no tienen que tener un orden para poder coexistir y cohabitar dentro de ese universo…
Jerarquizar a todos esos planetas, cometas y/o estrellas es relativamente sencillo, siempre y cuando no te pidan ordenarlos o enumerarlos como si se tratara de una lista en la que probablemente no podrías enlazar a más de 10, sin embargo siempre es posible tener un resultado sencillo ante una pregunta específica, al pasarla por el rasero del statu quo, al alinearla con lo que crees que es mejor para ti y lo que te está pasando en este momento. ¿Qué es más importante para ti? ¿Tu familia o tu empleo? ¿Qué preferirías perder? ¿A un miembro de tu familia o tu empleo? ¿Qué de esto modificaría de manera irremediable tu Statu Quo? ¿A dónde te llevaría la falta de uno y la falta de otro? ¿Qué prefieres?

Jamás permitas que los “cuerpos celestes” más superfluos afecten tu Statu Quo…

La estrella “Del YO” en la que entran las cosas superficiales que otros “planetas” creen saber de ti, debe ser tan pequeña, tan lejana y tan distante como para no afectar en lo más mínimo tu configuración actual, incluso podrían enviarte algunos “asteroides” que debes evitar a como dé lugar.
El “meteoro laboral” debe de ser todo un viaje, un espectáculo, un medio para poder hacerte de estrellas más grandes y más brillantes, pero no debes ser un esclavo del mismo y debes estar seguro que en algún momento faltará.

El “cometa que se ve cada 10 años” debería ser tan importante como para admirarlo cuando se dé la ocasión, celebrarlo, ponernos contentos y dejarlo ir de nuevo.

La serie de “planetoides del pasado”, en el que habita la gente “cercana” que ya no ves y que se ha convertido en una “civilización desconocida” para ti, alguna vez fue parte de tus cimientos, así que no importa que tan rara se vea, lleva tu sangre, lleva tus tradiciones, tu linaje y forma parte importante de tu universo propio.

La “estrella del arrepentimiento” en la que guardas las cosas que no hiciste, que no quisiste hacer, que no pudiste hacer y que siempre van a estar ahí, hay que empujarla a las zonas más lejanas de nuestro universo, hay que rodearlas de mucha luz para que se vuelvan invisibles.

El “asteroide de la envidia” que lanzas y que tiene el único propósito de alterar los universos de los demás aunque no te lo parezca y aunque no lo quieras.

“La luna” tu más grande influencia personal, a la que le cantas, a la que le lloras, por la que suspiras y por la que sueñas y que al mismo tiempo puede volverte loco, puede inundar tus mares, puede desatar fuertes mareas.

El universo está lleno de cuerpos celestes y todos están ahí brillando con poca o con mucha luz para ti, para ayudarte, para hundirte, para admirarlas, para interactuar con ellas, para formar tu Status Quo del que sólo sabes una cosa…Tarde o temprano cambiará.

Entender esta dinámica será muy importante para los individuos, porque sólo así se entenderá que nadie está aquí para desequilibrar tu universo…Sólo entendiendo este actuar de cada una de las estrellas desde la perspectiva de su egocentrismo, es que podremos tener un equilibrio con el universo y podremos vibrar en sintonía con los demás sin que esto signifique una “lluvia de meteoritos” que trate de desestabilizarnos desde el centro. El viaje es uno y no tiene retorno, por lo que es muy importante saber qué es lo que se quiere…O más o menos tener un camino trazado, para no estar girando sin sentido sobre otros “cuerpos celestes” que no nos van a llevar a ningún lado y para no perder nuestra órbita.


En fin, esto es lo que viene a mi cabeza el día de hoy y que expreso en este espacio, por pura nece(si)dad…

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